El pasado 9 de abril, el mentalista Marvoyan nos dejó un comentario en el libro de visitas de la web. Nos pareció que valía la pena incluirlo aquí y le pedimos permiso para hacerlo. Marvoyan nos ha contestado ofreciéndonos un testimonio más extenso de gran interés por sus recuerdos del profesor Fassman en escena durante su época de mentalista. Lo reproducimos íntegramente.
Estimadísima Maria Mir:
El sólo hecho de haber recibido una nota suya me honra enormemente. Gracias de verdad. Por supuesto que tiene mi permiso para incluirlo todo en el blog. Estimo que, pensando en todo lo que ha significado para mì Fassman, mi comentario ha sido, sin embargo, muy pobre. Como alguien dijo en una nota, su sola presencia inspiraba respeto y misterio. Cuando él salía a escena arrancaba instantáneos aplausos y murmullos. Aficionado como yo era entonces a cosas similares, apenas por empezar la adolescencia, la familia me permitió ir sólo a tres actuaciones. Cuando de inicio presencié, como un ejemplo, su número de memorización de palabras que hacía al empezar su programa, quedé tan impactado, pues jamás antes había visto algo semejante, que empecé a buscar libros sobre memorización y me topé con algunos elementales.
El sólo hecho de haber recibido una nota suya me honra enormemente. Gracias de verdad. Por supuesto que tiene mi permiso para incluirlo todo en el blog. Estimo que, pensando en todo lo que ha significado para mì Fassman, mi comentario ha sido, sin embargo, muy pobre. Como alguien dijo en una nota, su sola presencia inspiraba respeto y misterio. Cuando él salía a escena arrancaba instantáneos aplausos y murmullos. Aficionado como yo era entonces a cosas similares, apenas por empezar la adolescencia, la familia me permitió ir sólo a tres actuaciones. Cuando de inicio presencié, como un ejemplo, su número de memorización de palabras que hacía al empezar su programa, quedé tan impactado, pues jamás antes había visto algo semejante, que empecé a buscar libros sobre memorización y me topé con algunos elementales.
En un tiempo estaba tan experto en la menemotecnia, que contribuyó notablemente en la mejora de mi rendimiento en colegio, y posteriormente en la universidad. Cierta vez di un examen escrito de historia con tanto lujo de detalles, que la profesora me acusó de haber copiado. Entonces delante del curso le desafié a que repitiéramos juntos las fechas de gobierno de todos los presidentes de la República. Ella no lo sabía y yo sí! Fue impactante! Pero lo que hasta ahora recuerda mucha gente, que me dio bastante fama, es que me aprendí de memoria, literalmente, sin "truco", la guía telefónica completa de una ciudad pequeña de mi país. Hace dos días justamente, en una actuación de salón, que es la clase de presentaciones que hago, me encontré con un amigo antiguo que empezó a comentar eso a todos, así que no dejé de mencionar mi agradecimiento al profesor Fassman y les conté quien era.
Pero no quiero hablar de mí. Le confieso que a pesar de algunos asombrosos números que desarrollé a lo largo del tiempo, y a pesar de tener una biblioteca más o menos adecuada, sigo intrigado e impactado con varios números de Fassman. Por ejemplo el que hacía con Anna Fay. Recuerdo que recogía en una caja de madera con bastante profundidad, varios objetos del público. Ella estaba al fondo del escenario supuestamente hipnotizada y con los ojos vendados. Fassman, una vez recogidos los objetos, subía a escena y sin nada de esa absurda cháchara de circo que usan algunos "mentalistas" como clave para transmitir ideas ("dígame que tengo en la mano”; "anuncie el color", etc. usted lo sabe), él miraba en silencio la caja, de espaldas a la medium, en una elegante actitud de concentración, sin alardes innecesarios, y ella empezaba a describir minuciosamente los objetos, uno por uno, antes de que él los sacara a la vista para confirmación. Me acuerdo que se dirigía al público exclamando : "¿Es exacto?", que parecía ser una frase suya que lanzaba a veces con mucha energía y seguridad. En esa época no había ni siquiera los recursos electrónicos de hoy, así que continúo impactado preguntándome cómo lo hacía y sólo puedo elaborar teorías. Por supuesto TODOS sus números, fueron inolvidablemente impactantes. Los tengo vívidamente en la memoria.
Le digo, tal vez un poco atrevidamente, que he presenciado, sobre todo en estas épocas, la actuación de varios "mentalistas". Pero, perdóneme la cruda sinceridad, no he visto uno solo que tenga la prestancia, seriedad, elegancia y calidad de actuación de Fassman. Más parecen divertidores de feria o hasta cómicos haciendo trucos mentales, que no siempre convencen. Bien, disculpe haber alargado esta nota, pero me siento realmente muy feliz de haber encontrado a quien pueda extender mis respetos por el profesor, de quien nunca tuve una dirección cuando ansiaba escribirle.
De paso le consulto si usted tiene en forma escrita las leyes del éxito de Fassman , asì como tal vez otras publicaciones de él. Gracias de antemano y que tenga mucho bienestar y bendiciones.
Con mucho aprecio MARVOYAN (Rubèn Gerardo)
Con mucho aprecio MARVOYAN (Rubèn Gerardo)
Amigo Marvoyan: Muchísimas gracias por su testimonio. En cuanto a los libros del profesor, estamos haciendo la revisión de los libros de su último curso con sus propias notas. A mediados del año que viene estará listo para edición. En cuanto esté publicado, se lo haremos saber. No tenemos la transcripción de los "9 pasos hacia el éxito", pero tal vez sea conveniente hacerla para incluirla en el curso. Gracias por la idea y por compartir sus recuerdos con nosotros.
Aprovechamos la ocasión para agradecer a todas las personas que han firmado en el libro de visitas de la web con las que no hemos podido ponernos en contacto porque no nos han dejado el email. Gracias a todos.
Entradas relacionadas: "Fassman y el ilusionismo"; "Fassman vive"
No hay comentarios:
Publicar un comentario