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Reportaje realizado por Laia Ruich y Aitor Marichalar para TV3, Televisión de Catalunya

miércoles, marzo 14, 2007

Predicciones inexplicables


Mac Florido Dolcet se acuerda con frecuencia del profesor Fassman. Le recuerda, dice, cada vez que se cumple una de las predicciones sobre su vida personal que un día le hizo el profesor. Empezaba la década de los ochenta y Mac era corresponsal del diario El Segre, uno de los periódicos locales de la provincia de Lleida. Mac le hizo una entrevista al profesor y el profesor le contó la vida y milagros que le esperaban en el futuro. Dice Mac que el profesor no se equivocó, que sus predicciones se han ido cumpliendo irremisiblemente y que, con cada predicción que se cumple, el recuerdo de Fassman vuelve a su memoria como un "Te lo dije."
Este testimonio nos lleva al terreno de esa extraña especie de agujero negro que es la precognición. ¿Puede alguien "ver" el futuro? ¿Puede "materializarse" en la mente de un paragnosta algo que aún no ha sucedido? La curiosidad por el fenómeno de las predicciones puede llevarnos desde la pura charlatanería de futurólogos, echadores de cartas, etc., hasta los laboratorios de investigación de fenómenos paranormales de las más prestigiosas universidades del mundo. Es un tema que apasiona tanto al lego de cualquier nivel social y cultural, como al investigador que busca una explicación científica. Y es natural que sea así. La incertidumbre ante lo que va a suceder mueve a la mayoría a interesarse por la posibilidad de que alguien sea capaz de predecirlo, y son muchos los que pagan a quien sea sólo para aliviarse el temor a lo que les pueda pasar.
Pero este no es el lugar adecuado para adentrarnos en esa coordenada misteriosa en que el futuro parece irrumpir en el presente. Hablaremos del tema en los artículos de la web y, por supuesto, trataremos el tema a fondo en la biografía. Como mentalista, Fassman "jugó" a predecir el futuro durante sus años de teatro. Uno de los números que más impresiona en este tipo de espectáculos es cuando sube al escenario alguien del público para participar en una prueba y el mentalista le dice de sopetón que le van a tener que operar de la vesícula. Se trata de un truco fácil y su precisión y espectacularidad depende, como en todos los trucos, de la calidad del ilusionista. Fassman tenía unos conocimientos muy profundos de fisiognomía y caracteriología que, unidos a una habilidad de observación fuera de lo común, le permitían "dar en el clavo" de una forma espectacular. Pero esto no era, por supuesto, precognición, ni Fassman presumió nunca de que lo fuera. En la propaganda de su espectáculo, como en la de todos los de los mentalistas de su época, se le atribuían todos los poderes sobrenaturales imaginables. Fuera del escenario, Fassman explicaba a cualquiera que se lo preguntase que esos "descubrimientos" del pasado o del futuro se basaban en una adecuada observación del presente. Cuando un periodista le pedía alguna predicción, Fassman cumplía con el guión establecido en estos casos basándose, como él mismo admitía en privado, en un rápido cálculo de probabilidades y amparándose, como el mismo decía que hacen todos los futurólogos, en la certeza de que ese tipo de predicciones nunca afectan al "profeta." Son muy pocos los que recuerdan las predicciones de año nuevo que aparecen en las revistas, y aún menos los que dejan de ser fieles o clientes de un futurólogo porque éste haya tenido un desliz.
No habría nada más que decir sobre el asunto si el asunto se quedara aquí, pero en el caso de Fassman, las predicciones trascendían lo que eran meros números de espectáculo o pura propaganda. Las propias explicaciones racionales del profesor se estrellaban una y otra vez cuando en su despacho y en lugares y circunstancias diversas, de pronto empezaba a decirle a su interlocuor lo que le ocurriría en el futuro con la misma naturalidad con que le hubiese hablado de su presente, y cuando aquello que él decía que iba a ocurrir no podía en modo alguno deducirse de ningún dato, ni presente ni pasado.
Mac nos cuenta una de esas inexplicables irrupciones del futuro en la mente de Fassman de la que fue testigo su madre. El fenómeno que se produjo en aquel momento no admite ninguna explicación racional. En él se mezclaron las dotes de precognición que contribuyeron, más que cualquier otra circunstancia, a convertir a Fassman en una leyenda y ese "sentido" que le hacía ver a la muerte de lejos y que marcó toda su vida. Pero relataremos esa anécdota en la próxima entrada porque preferimos que sea la propia Sra. Dolcet la que lo cuente.
La verdad es que nuestra conversación con Mac va a dar para más de un tema. Tiene nuestro agradecimiento multiplicado por todas las entradas que su testimonio nos permitirá ofrecerles.
Entradas relacionadas: "Fassman y el ilusionismo" 6 de septiembre de 2006; "La Lotería" 22 de noviembre de 2006; "La despedida" 27 de noviembre de 2006; "Otro paso adelante" 14 de enero de 2007

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