
Os deseamos las mejores fiestas y un año de paz.
BLOG DE MARIA MIR Y ANA BRAGA.NOTAS BIOGRAFICAS SOBRE EL PROFESOR FASSMAN. NOTICIAS. RESPUESTA A CONSULTAS DE VISITANTES AL BLOG Y A LA PAGINA "FASSMAN, LA BIOGRAFÍA"

assman y él se quedó con los DVDs dispuesto a pasar horas para grabar todo el material para poderlo publicar en la web. Gracias en nombre de la tía María, con quien en una época tomó lecciones de piano, gracias en nombre del profesor Fassman y gracias en nombre de todos lo que vamos a disfrutar de la película y de los vídeos. José Carlos está en http://www.ofiserinf.com
Victoria Zabay con el profesor Fassman en el segundo simposium nacional sobre los fenómenos de la mente que se celebró en Sort los días 10, 11 y 12 de octubre de 1981. La Sra. Zabay participó en la sesión experimental que se llevó a cabo en el Centro Cultural de Sort a beneficio de la piscina municipal.


Muchos amigos nos han pedido que incluyeramos una foto de la piedra en la que el profesor Fassman escribió "A la meva mare, Pilar. Font Vida." Aquí la tienen. Esta piedra se encuentra en una fuente a la entrada del jardín. El tiempo y sus inclemencias han ido borrando las letras, pero no nos decidimos a repasarlas. Ustedes, ¿qué harían?
La web “Fassman, la biografía” ha absorbido todas nuestras horas. La hemos modificado y a partir de ahora se irá actualizando con periodicidad semanal. Queremos que sea una página viva y dinámica que sirva como fuente de información y referencia tanto sobe la vida del profesor Fassman como sobre los temas de parapsicología e hipnosis.Curiosamente, el número de visitas a esta bitácora y el tiempo que se quedan sus lectores se han disparado a partir de la entrada anterior. Son muchos y en lugares muy distantes los que ahora comparten con nosotros algo que se había quedado dentro del ámbito estrictamente familiar. Quiero creer que a mi padre le complace. En sintonía con lo que esperan nuestros lectores, hoy queremos aclararles un poco más lo que nos proponemos.
Nos planteamos escribir la biografía del profesor Fassman durante una ceremonia muy significativa en la que el alcalde de Sort, Sr. Agustí López Pla, pronunció un discurso y haciendo referencia al profesor dijo que, si nadie escribía su vida, acabaría convirtiéndose en una leyenda. Tomé la decisión de hacerlo en ese mismo momento y unas semanas después empecé a trabajar en el proyecto con Ana Braga. En el punto de partida establecimos unas coordenadas para orientarnos por el camino. Ahora queremos compartirlas con vosotros de un modo esquemático.
Por último, queremos responder a una pregunta que nos han hecho varios lectores. ¿Cuándo saldrá la biografía? Nos hemos marcado un año para catalogar el material del que disponemos, recabar más información y material a través de la web y realizar la tarea de investigación necesaria. La redacción definitiva podría requerir unos meses más.
Queremos que sepáis que hacemos un seguimiento diario, tanto la web como de esta bitácora, y que cada día respondemos personalmente a quienes contactan con nosotros. En la sección de temas de la web agregamos un nuevo artículo cada semana. Esperamos vuestra colaboración, ya sea con un artículo o con vuestras opinión en el libro de visitas. Para abrir más puertas al conocimiento y a la diversión a todos los que quieran estar un rato con nosotros, hemos introducido nuevos enlaces, algunos a programas de radio dedicados a lo paranormal.
Gracias otra vez por acompañarnos.
Acabo de grabar una entrevista para el programa “Atrévete” de Cadena Digital que se emitirá algún día de esta semana. Fue una entrevista divertida que me permitió hablar de una de las características más sobresalientes del profesor Fassman: su enorme y muy peculiar sentido del humor. Gracias a la reconocida eficiencia de Javier Cárdenas y al anecdotario humorístico del profesor, nos lo pasamos muy bien y creemos que también se divertirán los oyentes que la escuchen. Sin embargo, surgieron dos asuntos muy serios que necesitan explicación.En un momento de la entrevista, Cárdenas me preguntó si mi padre había predicho su propia muerte. Contesté con un rotundo “no” porque comprendí en el acto que no era el momento adecuado para extenderme en explicaciones. La radio tiene su tiempo y una respuesta afirmativa sin matices hubiera supuesto una frivolidad que, tratándose del fallecimiento de mi padre, me resulta, naturalmente, inaceptable. Mi padre no predijo su muerte -como publicó un diario de la provincia de Lleida en grandes titulares a los pocos días de su fallecimiento- al modo en que un futurólogo hace sus predicciones en la prensa. No dijo a nadie que se moría y me consta sin ninguna duda que todos cuantos han afirmado lo contrario se lo han inventado. Pero, ¿sabía que su hora estaba próxima aunque no lo dijera? Tenemos indicios incuestionables para afirmarlo.José Mir Rocafort, Fassman, padeció, durante nadie sabe cuánto tiempo, un cáncer osteogénico. Sufrió sus síntomas sin decírselo a nadie y sin acudir a su médico hasta que no pudo caminar. A sus ochenta y tres años decidió seguir impartiendo sus clases como si no le estuviese pasando nada, recurriendo a un bastón cuando la pierna enferma ya no le respondía. Siguió atendiendo a sus alumnos hasta en la habitación del hospital en el que estuvo ingresado unos días y siguió atendiéndolos en su casa hasta que la metástasis y los medicamentos hicieron mella en su cerebro y ya no pudo hablar. A nadie habló de su enfermedad y nunca mencionó la proximidad de su muerte. Del mismo modo en que decidió seguir trabajando, decidió guardarse lo que pensaba y lo que sentía sobre su propio fin. ¿Qué sabemos entonces? Sólo lo que pueda considerarse revelador en dos experiencias muy personales.Volví a la casa de Sort con mi familia en agosto de 1991, dos semanas después del fallecimiento de mi padre. En la sala, sobre una butaca, encontramos un periódico abierto. Era del 11 de abril, sólo una semana antes de que mi padre decidiera, finalmente, ir al médico. Nos extrañó, tanto como encontrar varias almohadas al pie de su cama, evidentemente utilizadas para levantar las piernas. ¿Pero cómo había podido mi padre conducir de Barcelona a Sort -más de tres horas de viaje- en su estado y por qué no se lo comunicó a nadie? Un amigo suyo del pueblo nos confirmó que, en efecto, mi padre le había llamado por teléfono desde Sort en la noche del 11 de abril para decirle que estaba en la casa. Quedaron en verse al día siguiente, pero no se vieron. Mi padre volvió a Barcelona al amanecer, otras tres horas de viaje y de un dolor inimaginable. ¿Por qué quiso sufrirlo para pasar una sola noche en su casa de Sort, enfermo y solo?Tardamos muy poco en encontrar la respuesta en el jardín. Junto a una fuente de piedra que está en la entrada, había un bote pequeño de pintura azul y una brocha. En una de las piedras de la fuente mi padre había pintado en grandes caracteres el nombre de su madre, Pilar, y la palabra Vida. Entendimos entonces aquel viaje relámpago, doloroso y arriesgado. Antes de permitir que los médicos le confirmaran lo que ya sabía, José Mir Rocafort había querido despedirse de su pueblo, de su casa y de la vida cuyo fin percibía. En ese momento, probablemente el más intenso de su vida, quiso rendir un último tributo a la persona que más había amado: su madre.Otra de las preguntas de Javier Cárdenas fue si mi padre creía en fantasmas y si había tenido alguna experiencia con ellos. Nuevamente hubiera necesitado más tiempo del que concede una entrevista en la radio para matizar la respuesta. El tema de la presencia visible de espíritus en el mundo de los vivos es de una complejidad que no puede despacharse con un par de anécdotas El profesor Fassman nunca se lo tomó a la ligera y nosotros queremos mantenernos fieles a su pensamiento y a su modo de hacer. El espacio de esta bitácora también es limitado y no permite tratar el tema en profundidad. Lo haremos en la biografía. Pero sí puedo adelantar aquí una respuesta a la pregunta de Cárdenas, otra vez con un testimonio personal. Tuve una larga conversación a solas con mi padre en el hospital donde fue operado por una fractura espontánea del fémur. Entre otras cosas me contó, sin ningún dramatismo, con absoluta naturalidad, que hacía varios días que, cada noche, recibía la visita de su madre.


de la avenida Corrientes. El bello teatro, construido en 1927, fue demolido creo que en 1990 pese a la fuerte oposición de la ciudadanía pero, con la promesa de sus propietarios, de volver a construir, en el lugar, otro teatro. Hasta el día de hoy solo hay un estacionamiento para automóviles. Fue una terrible pérdida para la ciudad de Buenos Aires.
Damos las gracias al amigo Enrique y además recomendamos de todo corazón que visiten su página web. Es lo que llamamos en España una gozada por su amenidad y por su calidez humana. 

Todos sabemos que el ilusionismo consiste en crear la ilusión de que ha sucedido algo que en realidad no puede suceder. Lo que el público valora es la habilidad del ilusionista para sorprenderle y convencerle. Es aquí donde se establece la diferencia. El público se siente estafado –y con todo derecho- cuando el ilusionista es mediocre o simplemente malo, es decir, cuando sólo ofrece números ya muy vistos o cuando el truco se hace evidente y la ilusión se esfuma. El público se siente satisfecho cuando el ilusionista logra despertarle la ilusión, crear durante unos instantes la ficción de que existe una magia omnipotente. A lo que no tiene derecho alguien que acude a un espectáculo de ilusionismo es a exigir que no haya truco o que el ilusionista empiece el espectáculo anunciando al respetable que hay truco en todo lo que van a ver. Lo primero sería de una estupidez patológica tratándose de un adulto, Lo segundo se presupone y a nadie se le ocurre empezar una fiesta aguándola. Anthony Blake utiliza una fórmula al final de sus números advirtiendo que todo lo que hemos visto está en nuestra imaginación y que no le demos más vueltas. Es un final impactante que en lugar de desnudar el misterio y deshacer la ilusión, consigue el efecto contrario.
expresión corporal, dicción, improvisación, entrenamiento físico y mental y, además, creatividad en la preparación de sus números. Para llegar a la excelencia, a todo lo anterior tiene que unirse ese ingrediente misterioso y que se concede sólo a unos pocos de un modo aparentemente aleatorio: el talento. Es esta combinación de talento y esfuerzo lo que proporciona la fama y el prestigio a los mejores. Anthony Blake es el ejemplo más reciente. Fassman lo fue cuando se dedicaba al espectáculo. El celo bienintencionado de algunos admiradores del profesor hace que se nieguen a aceptar que fue un ilusionista. Lo fue y fue excelente. Y no es cierto que él renegara de esa etapa de su carrera profesional. Fassman hacía juegos de prestidigitación en privado siempre que se lo pedían y siguió realizando algunos de sus números ante los alumnos de sus cursos de Dinámica Mental para demostrar algunas de las cosas que enseñaba. Sus éxitos posteriores como profesor y como psicoterapeuta no tienen por qué eclipsar sus triunfos en los teatros ni hay motivo alguno para que esos triunfos se consideren una mancha vergonzosa en su pasado. Por el contrario, ilusionismo, docencia y psicoterapia se conjugan en la biografía de José Mir Rocafort para demostrar sus cualidades extraordinarias.
1945. Fassman presenta su espectáculo en Madrid con gran éxito. Entre el público que asiste a una de sus funciones, una chica madrileña queda prendada del hipnotizador y decide conocerle personalmente. Al terminar la función se presenta en el camerino. Fassman la recibe y corresponde en el acto a su admiración. Tiene ante sí a una mujer de 20 años de una belleza singular en la que destacan, sobre todo, unos ojos rasgados de mirada intensa. Animosa, seductora y con un toque de arrogancia, Fassman intuye enseguida el éxito que una mujer así tendría sobre un escenario. Unas semanas después, Josefina de la Iglesia, rebautizada para el espectáculo como Deyka, aparece frente a las candilejas con un vestido largo de lentejuelas blancas. Fassman le venda los ojos y baja a la platea para trasmitirle desde allí “telepáticamente” los objetos que le van entregando los espectadores.
Es un truco sencillo pero la belleza y la personalidad de la mujer ponen al público en pie para aplaudirla.
oca era inconcebible en una mujer. “Única en el mundo en su género,” rezaban sus afiches, y era cierto. Era la única mujer hipnotizadora y mentalista en aquel momento. Empezó hipnotizando en su propio programa de televisión en Puerto Rico con el pseudónimo de Mrs. Fassman. Otra vez como Deyka, llevó su espectáculo en gira por Suramérica. En Chile estuvo en cartelera durante meses en el mismo teatro realizando a la vez un programa diario en Radio Nacional Sociedad de Minería.
Hemos empezado por incluir extractos de la biografía para situar al profesor en su pueblo, su casa natal y su refugio. La postal de Casa Fassman de la entrada anterior ha circulado durante tantos años que no recordamos la fecha en que se realizó ni hemos podido encontrarla. Tampoco tenemos constancia de quién esculpió el busto que unos ex-alumnos regalaron al profesor y que hoy se encuentra en el jardín de Casa Fassman. Nos gustaría saber el nombre del escultor para darle el crédito que merece. Captó acertadamente la fisionomía y la personalidad del profesor.
ontaña separadas del pueblo por el río. Esa misma tarde, en el café del Hotel Pessets, Fassman pidió un papel a un camarero, dibujó rápidamente un plano sencillo y se lo extendió a su amigo y constructor Aleix Faurat. "Me harás esta casa en Triago," le dijo. No recuerdo lo que le contestó Aleixet. Recuerdo la cara de los dos hombres -caras de roca, caras pallaresas- en las que resultaba muy difícil descubrir emociones. Si Aleixet pensó que Fassman se había vuelto loco, no lo manifestó.
El cementerio del pueblo estaba entonces en un campo rodeado por las ruinas medievales del castillo de los Condes del Pallars. ¿Pudo influir ese lugar en la psicología del niño? La respuesta sería probablemente afirmativa desde cualquier punto de vista, pero en cualquier caso, no parece que fuera decisivo en la trayectoria posterior de Pep de Mariot. Su inclinación hacia el estudio de los temas esotéricos y del poder de la mente se forjó rodeado por el silencio de los muertos y las historias que en silencio le contaban los muros del castillo. Pero esa inclinación la determinaron sus lecturas. Son esas lecturas, misteriosas por su origen y su contenido, las que explican que Pep de Mariot se convirtiera en el profesor Fassman.


PERO NUESTRO VIAJE NO TERMINA AQUÍ
Triago ediciones ha elaborado un programa editorial que incluirá psicología, ántropología, historia, a un nivel asequible al público general en el que vayan a la par el conocimiento y el entretenimiento.